Son pocos los que conocen los beneficios de esta planta que incluso tiene más proteínas que los granos de trigo y maíz.
Esta planta originaria de Asia y África del Norte, pero que hoy se cultiva por todo el mundo, es una hierba que se ocupa en su mayoría para alimentar al ganado, pero que poco a poco se ha ido posicionando en la alimentación de las personas.
Al escuchar la palabra alfalfa son pocos los que pueden responder concretamente que es y para que se ocupa. Lo cierto es que es una planta, que llega a crecer hasta un metro de altura y que en un principio se ocupaba casi exclusivamente para alimentar ganado en la antigua Grecia. Pero ya hace varios años se viene introduciendo fuertemente en el consumo humano gracias a su gran aporte en vitaminas (A, B6, B12, C, D, E, K, P) y minerales (calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio).
Otras propiedades de esta planta es la de desintoxicar el organismo, debido a la propiedades depurativas que posee. Los alimentos que poseen estas características ayudan a disminuir la presión arterial y pueden disminuir el nivel de colesterol en la sangre. Además es recomendable para aquellas personas que presentan agotamiento físico (fatiga) y anemia.
Comúnmente se ocupa el exudado de las hojas, rico en proteínas. Es un excelente estimulante en general, es beneficioso para mejorar la fragilidad de las uñas, el pelo opaco. Por otro parte su uso externo sirve para tratar hemorragias.
Como ocupar la alfalfa en ciertos casos:
· Para desintoxicar la sangre y el hígado, se toma una taza de zumo de la alfalfa o se consume en las ensaladas.
· Para fortalecer los pulmones, se muelen las semillas y se agregan a los alimentos cuando están servidos.
· Para laxante, se consume con las ensaladas, pero si no quiere este efecto puede hervirla, aunque en ese caso pierde las vitaminas.
· Para el trastorno del cabello, se consume el zumo de la alfalfa acompañado de zanahoria y lechuga
· Como buen diurético, la alfalfa actúa suavemente sobre los riñones. Puede ser empleado con éxito en el tratamiento de la inflamación de la vejiga e hidropesía, una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de líquido en el cuerpo.
Precauciones en su uso
Embarazo y lactancia: Hay pruebas médicas que indican que la alfalfa puede actuar como estrógeno y esto podría afectar el embarazo.
Diabetes: la alfalfa podría bajar los niveles de azúcar en la sangre
Trastornos sensibles de hormonas como distintos tipos de cáncer vinculados con la mujer (mamas, útero, entre otros) También producto a su actuación como estrógeno.
Trasplante de riñón: hay informes que indican que se puede producir un rechazo al nuevo riñón si se consume alfalfa antes de tres meses pasada la operación.
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